Cuando llegamos a la comarca por primera vez con la Colorada, la subida al Pilqui (el diminutivo con el que los locales conocen al Piltriquitrón, que en lengua mapuche es “Colgado de las nubes”, efectivamente esa es la apariencia que da los días de lluvia o nublados.) se nos pasó por alto. Pero algunos años después, y ya con las dos pequeñas a cuestas, nos pegamos la subida, aunque tengo que admitir que hicimos “trampa”. Más adelante les cuento por qué.
El recorrido completo arranca al pie del cerro, en la ruta 40 Sur (ex 258), donde encontrarán a la izquierda una salida bien señalizada (digo a la izquierda si es que están saliendo del pueblo en dirección a Esquel). Esta salida está marcada como Subida de Garach. Desde ahí es ripio, y nos metemos en una de las calles de la Villa Turística, un sector del pueblo con bonitas casas. De a poco va perdiendo la apariencia de calle, a medida que sube, y se va angostando. Es una subida fácil y tranquila, pero ojo, porque permite el tránsito vehicular hasta la altura de la “plataforma”, así que no dejen de prestar atención, porque lamentablemente hay mucho turista con vehículo que no se relaja ni siquiera con ese paisaje! Esta parte del sendero son unos 6 km, siempre subiendo, en los que ya van a poder ver algunas panorámicas del valle, pero aguantense que lo mejor está mas arriba.
El Bolson desde la altura del Piltriquitrón
Cuando les mencioné la trampa es porque la conciencia no me deja mentirles: subimos con el coche este tramo. Es que ya estabamos con las nenas (5 y 2 en ese momento), y no intentamos hacer el recorrido completo a pie. Si bien nos moriamos de ganas, dejamos la caminata solo para el tramo que arranca en la plataforma. Asi que fuimso subiendo la ladera. Una frondosa vegetación típica crece en toda la ladera, principalmente bosques de cipreses y cohiues junto a los espinos negros y otros arbustos que invaden todos los rincones. Dicen que en otoño las tonalidades ocres, doradas y naranjas visten la montaña otorgándole más belleza al paisaje.Asi llegamos a “la plataforma”, un sector amplio adonde arriba el camino y donde dejamos el coche. Ahi mismo arranca la senda en si misma, donde solo los pies nos llevaran hacia arriba. Así que nos calzamos las mochilas (una de ellas llevando a la más chica de mis chicas), y nos pusimos a caminar. Nota aparte: también desde ahí se puede acceder a la base de lanzamiento de parapente, si es que se animan! Yo no lo hice aún, pero he estado acampando al pie del cerro, en Refugio Patagónico, en una tarde en que un grupo grande de cultores de este deporte usaban el camping como sector de aterrizaje. Qué maravilla de espectáculo verlos suspendidos en el aire! Ya lo haré, lo tengo en la lista de pendientes. Pero volvamos al sendero.
Cartel al inicio de la senda, en la plataforma del Piltriquitrón
El inicio del sendero se ve claramente, y esta marcado además con un cartel informativo. La subida al refugio lleva una hora aproximadamente, quizás un poquito más, pero vale la pena “perder” un poco de tiempo en la subida. A unos 40 minutos desde la plataforma, a 1400 msnm, en un punto el sendero se desvía y entra en un hermoso bosque de lenga que poco a poco va mostrando uno de los tesoros que guarda: 31 esculturas hechas de su misma materia. Entre los grandes arboles maduros, los abuelos ya sin raíces y los jóvenes renovales viven estas obras de arte. El bosque se había quemado hace algunos años, y por iniciativa de escultores locales se realizó allí en tres oportunidades (1998, 1999 y 2003) el encuentro de escultores “El Bosque Tallado“. Creanme, vale la pena visitarlo.
Siguiendo por el sendero unos 20 minutos más llegaremos sin demasiada dificultad hasta el refugio que está ubicado a 1.400 metros sobre el nivel del mar en la ladera oeste del cerro Piltriquitrón. El primer Refugio fue construido en la década del 40 por gente del Club Andino Piltriquitrón. Luego, en la década del 60 se encontró un lugar apto para la práctica del esquí y se decidió construir un nuevo Refugio allí. En los 70 hubo una pista con un medio de elevación mecánico y así se convirtió en el primer centro de esquí de la zona. A principios de los 80, con la construcción de las pistas en el Cerro Perito Moreno, dejó de usarse pero el Refugio siguió funcionando porque es un cómodo lugar con una espectacular vista. En Octubre de 1998, de forma accidental se incendió y mediante el esfuerzo de los refugieros, el Club Andino y la comunidad, se construyó en cinco meses un nuevo Refugio ubicado en el mismo lugar. El refugio actual está construido en piedra y madera, con grandes ventanales. En él encontramos el comedor y lugar de estar, además de los dormitorios y cocina. Y entre los servicios que presta: ducha, cerveza casera, pernocte, camping, plato fuerte, pan, desayunos, cafe, chocolate caliente.
Desde allí tendremos una espectacular vista del valle y de la Cordillera. En un día claro puede verse hasta el Cerro Tronador, a 100 kilómetros de distancia. Es un hermoso lugar para hacer un descanso, llenarse el alma con los paisajes. Y se puede emprender el sendero que sale atrás del refugio, que lleva a la cima del cerro. Nosotros no lo hicimos, cuando llegamos al refugio se puso a llover, asi que nos recuperamos con unos mates mientras esperamos que mejorara un poco para emprender la bajada.
El refugio del Piltriquitrón, parada de descanso
Fuente: http://www.senderospatagonia.com.ar
Por: M.Marques
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