domingo, 17 de outubro de 2010

Difícil temporada posmonzónica en el Himalaya

Este otoño está siendo poco propicio para las aspiraciones de las expediciones alpinísticas en el Himalaya. Cuando se acerca su finalización, la temporada ha dejado pocas cumbres y varios muertos.
Sobre la cornisa de la cima del Manaslu

Ascender las cumbres de los ochomiles del Himalaya es una tarea especialmente destinada para la primavera, aunque el otoño también acostumbra a dar opciones a los sufridos alpinistas que hasta allí se desplazan. Este año, después de una primavera relativamente favorable, especialmente en algunas montañas (como el Everest, el Shisha Pangma donde Edurne completó sus catorce o el Annapurna a pesar de la muerte de Tolo Calafat), el otoño ha sido bastante esquivo a los objetivos de los alpinistas.

Las cumbres han sido bastante escasas, encabezadas por el Manaslu (8.163 m) de Carlos Soria (su noveno ochomil, con 70 años), Carlos Pauner (décimo) y Miguel Ángel Pérez, junto a otra media docena de montañeros de diferentes nacionalidades. La octava montaña más alta del planeta recibía varios alpinistas españoles más, que no consiguieron llegar a su cima, como Xavi Arias, Unai Llantada, Juanito Oiarzabal u Òscar Cadiach.

Pauner y Xavi en el campo 3
Retirada de Zerain en el Everest

El Everest (8.848 m) tampoco ha dado opciones a las expediciones. Alberto Zerain había llegado allí para intentar el Supercouloir Hornbein en solitario, aunque las malas condiciones meteorológicas y algún que otro susto con las avalanchas le obligaron a desistir.
Posteriormente, quiso intentarlo porla ruta normal de la cara N, pero tampoco le fue posible

Al final, el fuerte alpinista vasco tuvo que rendirse ante la dura realidad y regresar a casa sin el premio de ninguna cumbre a sus denodados esfuerzos.

Principio de edema pulmonar de Israel Blanco en el Lhotse

De momento sigue adelante la ambiciosa expedición de Jordi Corominas y Jordi Tosas a la cara S del Lhotse (8.516 m), aunque ha sufrido un importante revés este fin de semana, con la obligada baja de Israel Blanco. En su primera expedición a un ochomil, el gran campeón de escalada en hielo ha sufrido principio de edema pulmonar y ha tenido que descender rápidamente de los 7.500 m donde se encontraban para recibir oxígeno y medicación.

Blanco se recupera según lo previsto y ha tomado ya el camino de regreso hacia la civilización. La intención de los Jordis es escalar una de las paredes más exigentes de los ochomiles, y esperan la ocasión para lanzar su ataque, tras haber aclimatado hasta los 7.000 m en el Lhotse Shar.

Barrera de nubes en el Larke Peak
Muerte en el Cho Oyu

También ha habido unas pocas ascensiones al Cho Oyu (8.188 m), pero allí las desgracias han superado a los éxitos. Durante las labores de equipación de la ruta normal, dos avalanchas barrieron a los grupos de sherpas que allí trabajaban, con el resultado de varios heridos, que pudieron ser rescatados y evacuados.
La peor parte se la llevó el experimentado alpinista italiano Walter Nunes, que falleció mientras intentaba abrir una nueva ruta en la cara SO de la montaña. Nunes era uno de los grandes montañeros del país transalpino. Entre otras realizaciones, había escalado el K2 en 2004, y había acompañado a Karl Unterkircher hasta su muerte en el Nanga Parbat en 2008.

Camp 2 y el fondo el Manaslu
Tragedia en el Dhaulaguiri

Otra montaña que no ha dado ninguna opción este otoño ha sido el Dhaulagiri (8.167 m). El intento japonés de hacer cumbre ha terminado en tragedia, con la desaparición de tres alpinistas nipones (Osamu Tanabe, Toshio Yamamoto y Daisuke Honda) y un sherpa (Pasang Gyelu). Otros dos miembros de la expedición pudieron ser rescatados con vida, después de ser alcanzados por una gran avalancha.

Fuente: http://www.desnivel.com
Por: M.Marques
milton@mxb.com.br

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