Russell Brice, coordinador del rescate desde el campo base, ofrece su visión del accidente desde primera línea. La expedición de la agencia Himex que él coordina seguirá en la montaña. Por su parte, el Gobierno de Nepal publicó ayer una lista con los nombres de los ocho fallecidos y tres desaparecidos.
Desnivel.com - Martes, 25 de Septiembre de 2012 - Actualizado a las 18:12h.
El trágico episodio de la avalancha del pasado domingo en el Manaslu se ha cerrado oficialmente con la evacuación de los heridos a Katmandú y una cifra oficial de 8 alpinistas fallecidos (uno de ellos en el hospital tras no recuperarse de las heridas) y otros 3 montañeros desaparecidos. El coordinador del rescate en el campo base del Manaslu, Russell Brice, máximo responsable de la agencia Himalayan Experience, ha emitido un comunicado contando los hechos acaecidos en la montaña desde su visión en primera línea.
Brice ya fue noticia la pasada primavera, cuando retiró a todos sus efectivos del Everest y el Lhotse al advertir riesgos demasiado elevados para su seguridad, causando un importante revuelo y ciertas controversias. En esta ocasión, ningún miembro de su expedición resultó afectado por el alud. Ha anunciado que, una vez completadas las tareas de rescate, vuelve a la actividad, sin renunciar a su objetivo de alcanzar la cumbre del Manaslu.
Cómo las situaciones pueden cambiar en un período tan corto, por Russell Brice
"No debemos olvidar a todos aquellos que se pusieron en peligro para ayudar en el rescate en C2 y C3. Sin esos esfuerzos, el peaje de la muerte hubiera sido mucho mayor"
Pido perdón por el retraso de esta newsletter, pero he estado un poco ocupado durante el último par de días, y no es hasta ahora que nuestro campamento ha vuelto a la normalidad. Como muchos de vosotros sabréis, hubo una gran avalancha en el Manaslu, mucha gente fue atrapada en ella y ha habido algunos muertos. Así que la mayor parte de este escrito trata acerca de estas circunstancias. Sin embargo, para empezar, decir que todo el equipo de Himalayan Experience estaba en el campo base, así que todos sus miembros, guías y sherpas están a salvo.
La mañana del día 23 empezó con un mensaje de radio de otra expedición a las 5:10, diciendo que su campo 3 había sido afectado por una avalancha, que dos de sus miembros estaban desaparecidos y otro se había quedado con muy poco material y a la intemperie. Por primera vez en esta expedición el tiempo era claro, así que fui capaz de ver a través de nuestro telescopio que había habido un enorme colapso de seracs que había propagado un gran alud de placa que había recorrido parte de la ruta de ascensión. Pude ver ya muchas linternas frontales entre los restos de la avalancha, así que entendí que ya había equipos de rescate en el lugar.
"La avalancha ocurrió hacia las 4:45, empezó desde una altitud de unos 7.400 m y barrió la montaña hasta una altitud de 6.300 m"
Parece ser que la avalancha ocurrió hacia las 4:45, empezó desde una altitud de unos 7.400 m y barrió la montaña hasta una altitud de 6.300 m. El día antes había sido nublado, así que no tenía ni idea de cuántos equipos podían haber estado acampados en el camino de la avalancha. Aunque nos esforzamos por compilar una lista de frecuencias de radio de todas las expediciones que había en la montaña, muchas de ellas no habían suministrado dicha información, o no estaban utilizando radios con un set de frecuencias, con lo que otros no podían contactar con ellas. Mi primera reacción fue llamar a todas las frecuencias de radio que tenía en la lista. Fui capaz de establecer contacto con unos pocos grupos, algunos de ellos envueltos en la avalancha habían perdido sus radios, otros estaban ocupados ayudando y otros todavía no se habían levantado. Hacia las 5:30, había llamado a nuestra oficina en Katmandú para explicar la situación y solicité que tuviéramos dos helicópteros en standby para venir a ayudar en el rescate aquí en el Manaslu.
He oído que hay críticas sobre el tiempo que tardaron los helicópteros en llegar, pero hay que explicar algo sobre este proceso. A pesar de que yo informé a mi agencia, y ellos a su vez informaron a las compañías de los helicópteros, en realidad no nos correspondía ni a mí ni a mi agencia llamar a los helicópteros, puesto que nosotros no requeríamos rescate. Primeramente, los representantes en el campo base de las empresas que requerían ayuda debían llamar a sus agentes en Katmandú, después esos agentes debían contactar las varias compañías de seguros de sus clientes para obtener su autorización para un rescate en helicóptero y entonces los agentes debían contactar a las compañías de helicópteros que prefirieran para organizar el rescate. Por supuesto, todo esto lleva tiempo y debe tratar con diferentes zonas horarias y cosas por el estilo. Para complicar más las cosas, no teníamos nombres ni número de víctimas, con lo que se hacía difícil avanzar. En todo caso, las compañías de helicópteros estuvieron de acuerdo en que el rescate era lo más importante y que el papeleo se prepararía más tarde. Una complicación más fue que este era el primer día de buen tiempo en Katmandú después de muchos días, así que algunos de los helicópteros habían sido ya asignados a otras tareas, y otros no habían podido regresar a Katmandú de misiones anteriores debido al mal tiempo. Pero al final conseguimos el helicóptero Simrik B3e (el mejor aparato y más potente para llevar a cabo rescates a gran altitud que hay en Nepal) para realizar la sección del rescate a gran altitud, y también dispusimos de un helicóptero B3 de Mountain Helicopters para hacer el traslado desde el campo base a Samagon. El capitán Saddarth de Simrik Air llegó a las 9:45 e inició la evacuación de los alpinistas heridos.
Mientras tanto, me convertí por omisión en coordinador del rescate aquí en el campo base. Durante este tiempo, tuve que enviar a mis sherpas a varios campamentos que pensábamos que estaban implicados en la avalancha, pero sus líderes en el campo base no se habían levantado. En algún caso tuve que mandar muchos mensajeros para insistir en la urgencia de que estos líderes vinieran a mi campamento. Muchas veces tuvieron que regresar a sus tiendas para recoger listas de nombres. Algunos líderes de expedición habían guardado sus listas de nombres bajo llave junto con dinero y cosas así, con lo que tuvimos que insistir a miembros de sus equipos en que debían forzar esas cajas de seguridad para que pudiéramos tener las listas de nombres. Todo esto lleva tiempo. Entonces tuve que convencerles de que llamaran a sus agencias en Katmandú para que pidiesen ayuda. En el típico estilo nepalí, eso significa mucha conversación y una confusión total, lo que lleva un tiempo considerable.
Por entonces, estaba recibiendo muchas más noticias desde la montaña. Esto requiere monitorizar varias frecuencias al mismo tiempo, e intentar descifrar qué es información nueva y qué no. Y por supuesto, estaba recibiendo muchas llamadas preguntando por qué no había llegado todavía un helicóptero. Pero en el campo base, los diversos equipos estaban también ocupados, muchos sherpas fueron puestos en standby con sus botas y equipo de ascensión para que pudieran ser transportados por aire hasta el lugar del rescate. Se reunió una colección de palas, sondas, bebida y comida extra para los rescatadores, y botas para quienes habían perdido las suyas y cosas por el estilo. Un puesto de primeros auxilios de reacción inmediata fue instalado al lado del helipuerto y mi habitual tienda médica y de comunicaciones fue dispuesta para la llegada de heridos.
"31 personas habían sido alcanzadas por la avalancha, 14 habían sido evacuadas vivas, 8 cuerpos habían sido recuperados y todavía había 3 desaparecidos"
Cuando el primer helicóptero llegó, voló directamente a la escena y regresó a Samagon, pero durante este vuelo pude hablar con el piloto y sugerirle que sólo hiciera vuelos cortos desde el CB al C2 y transportara víctimas aquí donde nuestros doctores Nima y Susumu más un médico francés estaban esperando para tratar a los heridos. Así que empezamos el traslado de víctimas al campo base, toda esa gente fue llevada al campamento de Himex donde podían ser reconocidas y recibir atención médica. Las primeras cinco personas que requerían atención médica fueron evacuadas, pero como la avalancha había sucedido cuando la mayoría de la gente estaba todavía en sus sacos, estaba claro que la mayoría había perdido sus botas y material de ascensión, por lo que también necesitaban ser rescatados.
Durante el día hubo 18 vuelos hasta el lugar del rescate. No fue hasta última hora de la tarde que fuimos capaces de tener detalles más claros, pero se supo que había habido 31 personas alcanzadas por la avalancha, que 14 habían sido evacuadas vivas, que 8 cuerpos habían sido recuperados y que todavía había 3 desaparecidos. En el primer vuelo desde el CB, envié a un guía de montaña que fue capaz de fotografiar todos los cuerpos, con lo que pudimos intentificarlos positivamente. Este fue un trabajo tedioso y espantosopara todos los involucrados, pero para el final del día estuvimos seguros de que habíamos tenido en cuenta a todos.
Muertes confirmadas:
-1 alemán.
-3 franceses.
-1 canadiense.
-1 italiano.
-1 español.
-1 nepalí.
Todavía desaparecidos:
-3 franceses.
Por supuesto, esos detalles proceden sólo de mis propios registros como coordinador del rescate, pero probablemente son los más exactos desde el campo base.
Para cuando llegaron las nubes e hicieron imposible volar, habíamos conseguido evacuar a todas las víctimas y personal de rescate, no obstante permanecieron allí 6 cuerpos.
"Ahora debemos concentrarnos otra vez en nuestra propia expedición. Continuaremos buscando a esos desaparecidos a medida que progresemos en la montaña"
Ayer, de nuevo dispusimos de los helicópteros para recuperar los cuerpos restantes. Los primeros dos vuelos llevaron a guías nepalíes para ayudar a cargar los cuerpos, el tercer vuelo llevó a un guía francés a realizar una búsqueda aérea de toda la zona de la avalancha para ver si había algún signo visible de la gente desaparecida, sin embargo para entonces hubiera sido demasiado difícil para los pilotos aterrizar con un pasajero a bordo, con lo que tuvo que regresar al campo base. No obstante, los pilotos de Simrik y Fishtail Air fueron capaces de sacar de allí todos los cuerpos y al equipo de rescate. Lo que realmente concluye nuestra implicación en este rescate, ahora debemos concentrarnos otra vez en nuestra propia expedición.
Todo el equipo de Himalayan Experience comparte sus condolencias con todos quienes están afligidos, y por supuesto algunos de nosotros hemos perdido amigos personales, algunos de los que todavía están desaparecidos. Continuaremos buscando a esos desaparecidos a medida que progresemos en la montaña.
Esta es la historia de nuestro final en el CB, pero no debemos olvidar a todos aquellos de las varias expediciones que se pusieron en peligro para ayudar con sus esfuerzos en el rescate en C2 y C3. Sin esos esfuerzos, el peaje de la muerte hubiera sido mucho mayor. Y es sólo en los últimos años que hemos sido capaces de llevar a cavo rescates en helicóptero en altitudes como esta, así que gracias a los pilotos.
8 muertos y 3 desaparecidos según el Gobierno de Nepal
El Ministerio de Cultura, Turismo y Aviación Civil de Nepal publicó el 24 de septiembre la lista de 8 muertos y tres desaparecidos. Según esta lista los fallecidos son:
Fabrice Priez, Philippe Lucien Bos, Catherine Marie Andree Ricard y Ludovic Paul Nicolas Challeat (Francia); Marti Roig Gasull (España); Alberto Magliano (Italia); Dawa Dorji Sherpa (Nepal); y Christian Mittermeyer (Alemania).
Los desaparecidos: Dominique Ouimet (Canadá), Remy George Lecluse y Gregory Ugo Costa (Francia).
Por: M.Marques
terça-feira, 25 de setembro de 2012
domingo, 23 de setembro de 2012
Una gran avalancha barre el C3 y el C2 del Manaslu
Un alud de grandes dimensiones provocado por la caída de un enorme serac destruye las 25 tiendas del campo 3 y 12 del campo 2, mientras los alpinistas dormían en ellas. Se ha confirmado el fallecimiento de al menos nueve montañeros, entre ellos el catalán Martí Gasull.
Fuente: Desnivel.com - Lunes, 24 de Septiembre de 2012
Se elevan a once el número confirmado de fallecidos en la avalancha que arrasó en la madrugada del 23 los campamentos 3 y 2 del Manaslu. Según Himalayan News, siete son franceses, dos alemanes, un español –el catalán Martí Gassull– y un nepalés (con lo que se confirmaría el fallecimiento de tres desparacidos que había de esta nacionalidad).
Sin embargo, el alpinista italiano Silvio Mondinelli manifestó que "habia contado 13 cadáveres". Entre ellos el de su compañero Alberto Manglano.
Hoy, a las seis de la madrugada, hora local, despegaron varios helicópteros para continuar las labores de rescate pero el mal tiempo está dificultando las operaciones. Por el momento, falta por evacuar a 13 personas que fueron rescatados el domingo. Además, los rescatadores continúan buscando a tres personas dadas por desaparecidas, una cifra que según otros medios supera la decena.
Del grupo francés, al parecer procedían de dos expediciones guiadas diferentes, tres de ellos eran guías de montaña.
En 1972 fallecieron 15 por otra avalancha en el Manaslu
El Manaslu tiene fama de ser una montaña peligrosa por el riesgo de avalanchas. Sin embargo, también es una montaña muy frecuentada por las expediciones comerciales.
En 1972, hace 40 años, fallecieron 15 personas por este motivo en una de las más grandes tragedias en los ochomiles. Se trataba de una expedición coreana que intentaba repetir la vía original. Montaron un C1 a 6.500 y fue ocupado por cinco coreanos, un japonés y 12 sherpas. Durante la noche del 10 al 11 de abril fue sepultado por un alud y fallecieron cuatro coreanos, el japonés y 10 sherpas. Los supervivientes fuerron arrastrados más de 750 metros pero quedaron en la superficie. Todavía estaban allí cuando se desencadenó otra avalancha que les arrastó otros 300 metros aunque sobrevivieron malheridos.
Según se refleja en el libro On top of the world, hasta agosto de 2011 el Manaslu había sido ascendido en 521 ocasiones y habían fallecido 65 personas, un 12,5% por lo que aparece como el sexto ochomil en peligrosidad. Es el octavo en altura.
24.09. 3.35h. El Himalaya se ha visto golpeado este domingo una vez más por la tragedia cuando una avalancha de grandes proporciones provocada por el desprendimiento de un enorme serac se ha llevado por delante los campos 3 y 2 de la ruta normal del Manaslu. Las noticias son aún confusas, pero ya se han confirmado los fallecimientos de nueve alpinistas, entre los que se encuentra el español Martí Gasull. El número de víctimas no está, sin embargo, cerrado y algunas fuentes hablan de 11 o incluso 13 fallecidos.
La muerte de Gasull ha levantado mucha repercusión en Catalunya, al tratarse de una figura destacada de la sociedad civil catalana, fundador de la Plataforma per la Llengua (“organización no gubernamental que trabaja para promover la lengua catalana como herramienta de cohesión social”, según se lee en su perfil de Facebook) y reconocido independentista.
Los otros fallecidos en la avalancha, según publica el Himalayan News serían los franceses Ludo Challeat, Fabrice Priez, Catherine Ricard y Philip Bos, la alemana Cristine Mittermeyer, el canadiense Dominique Ouimet, el nepalí Dawa Sherpa y su cliente italiano Alberto Magliano. Este último compartía expedición con Silvio ‘Gnaro’ Mondinelli, que ha sobrevivido al alud tras ser arrastrado junto con su tienda unos 200 metros.
Un bloque de hielo de 600 metros
A lo largo del domingo, las noticias y la desinformación sobre el accidente en el Manaslu han ido propagándose por igual, con lo que será difícil hacerse una idea exacta de lo sucedido hasta que la situación se haya normalizado. De hecho, todavía hay un número indeterminado de alpinistas desaparecidos, que no pudieron ser localizados entre los restos de la avalancha durante las horas en que se pudieron llevar a cabo las tareas de rescate antes de la llegada de la niebla. Entre esos desaparecidos, se hallan los también franceses Greg Costa y Rémy Lécluse, quienes pretendían la primera ascensión y descenso en esquís del Manaslu sin oxígeno junto a su compañero Glen Plake, quien ha salido milagrosamente con vida tras ser arrastrado junto con su saco y tienda unos 300 metros.
Plake ha contado que el serac desprendido debía medir unos 600 o 700 metros de ancho y se encontraba situado a unos 7.000 metros de altura. La avalancha sucedió hacia las 4:45 de la madrugada, cuando los alpinistas todavía descansaban en sus tiendas. La totalidad de las 25 tiendas del campo 3 (6.800 m) han quedado destruidas. La avalancha ha llegado también a afectar el campo 2 (6.300 m), donde otras 12 tiendas han sido también arrasadas. Se da la circunstancia de que Plake, que ha salido con algunas heridas pero vivo, compartía tienda con Costa, desaparecido.
El otro equipo de alpinistas-esquiadores que se hallaba también en el Manaslu, formado por el canadiense Greg Hill y los alemanes Benedikt Böhm y Sebastian Haag ha tenido la suerte de haber acampado en un punto intermedio entre el C2 y el C3 que no ha sido afectado por la avalancha. Ellos fueron los primeros en iniciar las tareas de rescate en el asolado campo 3, junto a los montañeros supervivientes a la avalancha. Las crónicas de unos y otros hablan de imágenes de campo de batalla y de alpinistas aturdidos caminando descalzos sobre la nieve.
5 helicópteros de rescate
Dichas labores de rescate han incluido a un gran número de personas, tanto por tierra como por aire. Según los datos del Ministerio de Turismo de Nepal, el Manaslu acogía este otoño a un total de 231 personas entre alpinistas, guías y demás personal auxiliar. Hasta cinco helicópteros habrían particiado durante la mañana del domingo en el rescate de los heridos, trasladando a 16 de ellos al hospital en Katmandú. Además, los aparatos han tenido tiempo de trasladar también dos cuerpos de fallecidos antes de que el mal tiempo obligara a suspender los vuelos. Posteriormente, la niebla obligaba también a suspender las tareas de búsqueda de desaparecidos a pie, que se debían reanudar a primera hora de la mañana.
Entre los desaparecidos, además de Greg Costa y Rémy Lécluse, se encontrarían también otros tres alpinistas franceses, y algunos otros de nacionalidad italiana.
Por: M.Marques
Fuente: Desnivel.com - Lunes, 24 de Septiembre de 2012
Se elevan a once el número confirmado de fallecidos en la avalancha que arrasó en la madrugada del 23 los campamentos 3 y 2 del Manaslu. Según Himalayan News, siete son franceses, dos alemanes, un español –el catalán Martí Gassull– y un nepalés (con lo que se confirmaría el fallecimiento de tres desparacidos que había de esta nacionalidad).
Sin embargo, el alpinista italiano Silvio Mondinelli manifestó que "habia contado 13 cadáveres". Entre ellos el de su compañero Alberto Manglano.
Hoy, a las seis de la madrugada, hora local, despegaron varios helicópteros para continuar las labores de rescate pero el mal tiempo está dificultando las operaciones. Por el momento, falta por evacuar a 13 personas que fueron rescatados el domingo. Además, los rescatadores continúan buscando a tres personas dadas por desaparecidas, una cifra que según otros medios supera la decena.
Del grupo francés, al parecer procedían de dos expediciones guiadas diferentes, tres de ellos eran guías de montaña.
En 1972 fallecieron 15 por otra avalancha en el Manaslu
El Manaslu tiene fama de ser una montaña peligrosa por el riesgo de avalanchas. Sin embargo, también es una montaña muy frecuentada por las expediciones comerciales.
En 1972, hace 40 años, fallecieron 15 personas por este motivo en una de las más grandes tragedias en los ochomiles. Se trataba de una expedición coreana que intentaba repetir la vía original. Montaron un C1 a 6.500 y fue ocupado por cinco coreanos, un japonés y 12 sherpas. Durante la noche del 10 al 11 de abril fue sepultado por un alud y fallecieron cuatro coreanos, el japonés y 10 sherpas. Los supervivientes fuerron arrastrados más de 750 metros pero quedaron en la superficie. Todavía estaban allí cuando se desencadenó otra avalancha que les arrastó otros 300 metros aunque sobrevivieron malheridos.
Según se refleja en el libro On top of the world, hasta agosto de 2011 el Manaslu había sido ascendido en 521 ocasiones y habían fallecido 65 personas, un 12,5% por lo que aparece como el sexto ochomil en peligrosidad. Es el octavo en altura.
24.09. 3.35h. El Himalaya se ha visto golpeado este domingo una vez más por la tragedia cuando una avalancha de grandes proporciones provocada por el desprendimiento de un enorme serac se ha llevado por delante los campos 3 y 2 de la ruta normal del Manaslu. Las noticias son aún confusas, pero ya se han confirmado los fallecimientos de nueve alpinistas, entre los que se encuentra el español Martí Gasull. El número de víctimas no está, sin embargo, cerrado y algunas fuentes hablan de 11 o incluso 13 fallecidos.
La muerte de Gasull ha levantado mucha repercusión en Catalunya, al tratarse de una figura destacada de la sociedad civil catalana, fundador de la Plataforma per la Llengua (“organización no gubernamental que trabaja para promover la lengua catalana como herramienta de cohesión social”, según se lee en su perfil de Facebook) y reconocido independentista.
Los otros fallecidos en la avalancha, según publica el Himalayan News serían los franceses Ludo Challeat, Fabrice Priez, Catherine Ricard y Philip Bos, la alemana Cristine Mittermeyer, el canadiense Dominique Ouimet, el nepalí Dawa Sherpa y su cliente italiano Alberto Magliano. Este último compartía expedición con Silvio ‘Gnaro’ Mondinelli, que ha sobrevivido al alud tras ser arrastrado junto con su tienda unos 200 metros.
Un bloque de hielo de 600 metros
A lo largo del domingo, las noticias y la desinformación sobre el accidente en el Manaslu han ido propagándose por igual, con lo que será difícil hacerse una idea exacta de lo sucedido hasta que la situación se haya normalizado. De hecho, todavía hay un número indeterminado de alpinistas desaparecidos, que no pudieron ser localizados entre los restos de la avalancha durante las horas en que se pudieron llevar a cabo las tareas de rescate antes de la llegada de la niebla. Entre esos desaparecidos, se hallan los también franceses Greg Costa y Rémy Lécluse, quienes pretendían la primera ascensión y descenso en esquís del Manaslu sin oxígeno junto a su compañero Glen Plake, quien ha salido milagrosamente con vida tras ser arrastrado junto con su saco y tienda unos 300 metros.
Plake ha contado que el serac desprendido debía medir unos 600 o 700 metros de ancho y se encontraba situado a unos 7.000 metros de altura. La avalancha sucedió hacia las 4:45 de la madrugada, cuando los alpinistas todavía descansaban en sus tiendas. La totalidad de las 25 tiendas del campo 3 (6.800 m) han quedado destruidas. La avalancha ha llegado también a afectar el campo 2 (6.300 m), donde otras 12 tiendas han sido también arrasadas. Se da la circunstancia de que Plake, que ha salido con algunas heridas pero vivo, compartía tienda con Costa, desaparecido.
El otro equipo de alpinistas-esquiadores que se hallaba también en el Manaslu, formado por el canadiense Greg Hill y los alemanes Benedikt Böhm y Sebastian Haag ha tenido la suerte de haber acampado en un punto intermedio entre el C2 y el C3 que no ha sido afectado por la avalancha. Ellos fueron los primeros en iniciar las tareas de rescate en el asolado campo 3, junto a los montañeros supervivientes a la avalancha. Las crónicas de unos y otros hablan de imágenes de campo de batalla y de alpinistas aturdidos caminando descalzos sobre la nieve.
5 helicópteros de rescate
Dichas labores de rescate han incluido a un gran número de personas, tanto por tierra como por aire. Según los datos del Ministerio de Turismo de Nepal, el Manaslu acogía este otoño a un total de 231 personas entre alpinistas, guías y demás personal auxiliar. Hasta cinco helicópteros habrían particiado durante la mañana del domingo en el rescate de los heridos, trasladando a 16 de ellos al hospital en Katmandú. Además, los aparatos han tenido tiempo de trasladar también dos cuerpos de fallecidos antes de que el mal tiempo obligara a suspender los vuelos. Posteriormente, la niebla obligaba también a suspender las tareas de búsqueda de desaparecidos a pie, que se debían reanudar a primera hora de la mañana.
Entre los desaparecidos, además de Greg Costa y Rémy Lécluse, se encontrarían también otros tres alpinistas franceses, y algunos otros de nacionalidad italiana.
Por: M.Marques
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