Habíamos pasado la noche en el refugio y salimos bien temprano para afrontar la caminata que nos llevaría a la cumbre del pico más alto de los Pirineos. Antes de partir hacia el Aneto, me reuní con los cuatro montañeros que me acompañaban. Dado que la previsión del tiempo era muy buena, les recomendé vestirse con una primera capa térmica y con un forro WINDSTOPPERº. Esta membrana proporciona hasta un 250% más de calor que un forro polar que no sea cortaviento. Además, facilita la máxima transpiración, lo que permite concentrarse en subir el Aneto sin pensar en el frío, la humedad o el calor.
Aunque todavía no lo he dicho soy guía de montaña. Por este motivo, siempre insisto en que la montaña tiene sus propias reglas. La primera de todas es que hay que ir bien equipado en previsión de que la climatología cambie de forma inesperada. Otro de los valores que siempre intento inculcar a las personas que acompaño es que no intenten coger atajos, ya que pueden salir muy caros. Y lo mismo para la indumentaria. A lo largo del último año he acompañado a personas en muy buena forma que han sobrevalorado su fortaleza física y que han realizado la ascensión a los 3.404 metros del Aneto en mangas de camisa. En mi opinión es una imprudencia. Se trata de una ascensión de dificultad media, pero muy dura, que puede llevar 11 horas (5 de ellas para subir), en las cuales pueden pasar muchas cosas. Por eso, llevar un buen equipo (en el sentido literal del término) es básico. En mi caso concreto, siempre aconsejo un WINDSTOPPERº que sirva como capa intermedia o, si el día es muy bueno, como capa externa. Y luego guardarse un as en la manga por lo que pueda pasar...
Eso es precisamente lo que nos ha pasado. Como iba diciendo, ascender al pico más alto de los Pirineos no es ningún paseo y hay que tomárselo con el debido respeto. El desnivel es fuerte, unos 1.500 metros, y la distancia aproximada unos 6 kilómetros, 2 de ellos por el glaciar del Aneto. Hay que salir temprano, sobre las 6:00, porque, entre subir y bajar, esperar en el paso de Mahoma, y el tiempo que uno se toma en la cumbre, la travesía puede durar entre 10 y 12 horas. También es muy importante saber que por las tardes lo más normal es que llueva, incluso en verano. Y efectivamente, ha llovido y... de qué manera.
Como hemos comentado esta mañana en el refugio, al elegir la capa exterior hay que recordar siempre este mantra: seco igual a cómodo. Es decir, un buen equipo no sólo nos protege, sino que también controla la humedad y mantiene un equilibro de calor adecuado para mantenernos secos, lo que también es un elemento importante para permanecer caliente. Cuando sudamos, la transpiración que permanece en nuestra piel nos roba una valiosa proporción de calor corporal. Por esta razón se inventó WINDSTOPPERº y por eso también las prendas exteriores de GORE-TEXº ofrecen capas distintas para responder a diferentes necesidades y niveles de actividad. En el caso concreto del Aneto, yo siempre recomiendo la tecnología GORE-TEXº Pro Shell ya que ha sido diseñada pensando en los profesionales y en los amantes de las actividades al aire libre que tiene que enfrentarse a condiciones climáticas extremas y a situaciones que requieren una alta resistencia.
¿El mejor ejemplo? Cuando esta tarde se ha puesto a llover, simplemente hemos tenidos que enfundarnos varias prendas superligeras, que casi no ocupaban espacio en la mochila, dotadas con la tecnología GORE-TEXº Pro Shell para que la lluvia no nos amargara el día. A partir de esta premisa, sólo hay que decidir si se prefiere una prenda con dos o tres capas. Mientras que, pongamos por caso, las chaquetas con dos capas son más versátiles y menos técnicas, las que contienen tres capas están pensadas para condiciones de dureza adicional y son más resistentes a la abrasión. Eso sí las dos son completamente impermeables, solo que la de dos capas muchas veces lleva una capa termo aislante que queda suspendida libremente entre el laminado de dos capas y el forro interior, esto nos proporciona una mayores prestaciones térmicas mientras que en la de tres capas una membrana específica de alto rendimiento GORE-TEXº se une a un material exterior resistente y a un forro interior de diseño especial, con costuras termoselladas.
Por eso yo siempre que vuelvo a ascender el Aneto intento hacer reír a los que me acompañan con una frase: si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. O lo que es lo mismo: haz a GORE-TEXº parte de tu equipo y no tendrás que rezar para que no llueva, sople el viento o la climatología dé un cambio brusco... como hoy sin ir más lejos.
Fuente: http://www.landher.net
Por: M.Marques
milton@mxb.com.br
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