sexta-feira, 5 de agosto de 2011

Los Pou y Hervé Barmasse abren ‘La classica moderna’ en el Monte Bianco

Finalmente, la meteorología ha dado opción a los hermanos Iker y Eneko Pou quienes, junto a Hervé Barmasse, han conseguido realizar un nuevo itinerario en la vertiente sur del Mont Blanc, dentro del proyecto Exploring the Alps del guía italiano.

A la más mínima oportunidad que les ha dado la meteorología en este verano de condiciones invernales, Hervé Barmasse y los hermanos Iker y Eneko Pou han conseguido su objetivo de abrir una nueva vía en la vertiente sur del Monte Bianco. Su creación lleva por nombre La classica moderna, tiene 1.000 metros de recorrido y una dificultad de hasta 6c. La ruta se encuentra situada en el pilar izquierdo del Brouillard, uno de los sectores más salvajes del Monte Bianco. Su recorrido consta de 11 largos que ascienden los 350 metros que conforman la parte nueva; para enlazar después con la arista del Brouillard hasta la misma cumbre.

Los hermanos Pou llegaban a su cita con Barmasse con los deberes hechos en cuanto a la preparación. Confiesan que se habían entrenado específicamente, tanto en casa como en las últimas semanas en Alpes, donde realizaron tres clásicas en Dolomitas a vista y en el día, y ascendieron el Breithorn (4.160 m) en dos ocasiones para aclimatarse a la altura.

Crónica de la actividad
Los tres alpinistas necesitaron un total de cinco días de actividad para hacerse con su nueva vía. El 28 de julio se desplazaron hasta el refugio Monzino (2.590 m), para continuar subiendo al día siguiente hasta el pequeño refugio Bivacco Eccles (3.850 m). Desde allí, el sábado 30 de julio empezaban a abrir los primeros largos de La classica moderna propiamente dichos. De hecho, el primer largo, de 45 metros, es el que concentra una mayor dificultad en cuanto a grado (6c). Ese mismo día, llegarían los 40 metros 6a+ del L2 y los 50 metros de V del L3.

Después de retirarse a pasar otra noche en el Bivacco Eccles, el domingo 31 de julio iniciaron el ataque definitivo a la vía, partiendo poco después de las seis de la mañana. Nueve horas y media más tarde, habían concluido los once largos de la línea, tras haber superado cinco nuevos largos de sexto grado (especialmente intenso el L6, de 50 metros y 6b+) y un par sobre terreno mixto (L4 M5 de 20 m y L7 M4 de 15 m).

Pero ahí no terminaba todo. En lugar de volver a descender rapelando por la misma vía una vez habían superado las mayores dificultades, tenían claro que su ruta tenía que terminar en la cumbre, como marcan los cánones del alpinismo clásico. Así que se lanzaron a reseguir la larga arista del Brouillard, superando 650 metros de desnivel más, con dificultades de hasta IV grado y arista de nieve en la parte final.

Decidieron dar por terminada la jornada pasada la medianoche, con un vivac en un pequeño nido de águilas en la arista, a 50 metros de la cumbre del Mont Blanc de Courmayeur (4.748 m) y “con medio cuerpo suspendido sobre un vacío de 2.000 metros de desnivel”, comentan ellos mismos en su blog. A las nueve de la mañana siguiente alcanzaban la cumbre del Mont Blanc (4.810 m).

Hervé Barmasse y los hermanos Iker y Eneko Pou, en el L10 (6b, 40 m) (Damiano Levati)

Una vía modernamente clásica
Según cuentan los propios hermanos Pou en su blog, “la denominamos La Clásica Moderna porque seguimos la misma filosofía que ya implantara el legendario alpinista italiano Walter Bonatti con su apertura al vecino Pilastro Rojo en 1959. Esto es: Portear todo el material hasta la base por nuestros propios medios (entre 8 y 10 horas), no utilizar expansivos e intentar abrir una línea lógica sobre fisura, y finalizar la ruta en la misma cumbre del Mont Blanc. Para que os hagáis una idea de la diferencia de acabar en la cumbre, o volver a descender al refugio-vivac de Eclecs una vez terminada la parte de roca difícil es que la apertura propiamente dicha la finalizamos a las 15:45 pm, y estuvimos escalando primero hasta la arista del Brouillard y después hacia el Mont Blanc hasta las 12:15 de la noche, que paramos a vivaquear, para acabar llegando a la cumbre a las 9 de la mañana del día siguiente. La diferencia básica entre lo que realizara Bonatti hace 52 años y en lo que hemos hecho nosotros ahora sólo estaría en la dificultad -Bonatti abrió V+ y nosotros 6c- pero en síntesis, la filosofía de escalada limpia (sin parabolts) basada en la destreza, habilidad y valentía que impondría el alpinista italiano, es la que nosotros hemos querido seguir durante nuestra apertura”.

Además, los Pou consideran que “sin lugar a dudas esta ascensión es un paso de gigante en nuestra carrera alpinística, por lo que supone para nosotros haber conseguido abrir una ruta en el Mont Blanc, 19 años después de haberlo ascendido por primera vez por la ruta normal en compañía de nuestro padre e Ibon y Félix Saint Boisse. Especialmente emotiva para nosotros fue la llamada de teléfono que desde la misma cumbre y a las 9 am realizamos a casa para darles la noticia, al igual que la que posteriormente le haríamos a Ibon. La media hora que duro la travesía desde el Mont Blanc de Courmayer hasta la cumbre principal nos supo a gloria, y fuimos capaces de empezar a disfutar de lo conseguido a pesar del enorme esfuerzo y el cansancio acumulado.”

La apertura de La classica moderna es la segunda etapa del proyecto Exploring the Alps que lleva a cabo Hervé Barmasse y que consiste en abrir nuevas vías en las tres montañas más emblemáticas del Valle de Aosta. En primavera, el alpinista italiano ya escaló en solitario una nueva vía al Cervino. Dentro del programa de este proyecto, sólo le queda por cumplir el último reto: una nueva línea en las paredes del Monte Rosa.

Fuente: http://desnivel.com/alpinismo
Por: M.Marques
milton@mxb.com.br

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