terça-feira, 9 de março de 2010

Hallan sin vida al andinista y quieren rescatar el cuerpo antes del invierno

El hallazgo. En el extremo inferior derecho de la fotografía aparece una mancha amarilla, que es la campera de Javier, y otra más oscura es su cuerpo. Arriba hay otro punto oscuro, que es la mochila que se le salió al andinista mientras caía por la pendiente.
Lo detectaron por una fotografía que tomaron desde el helicóptero. Dicen que podría haber muerto al caer por una pendiente.

La campera amarilla, al lado del cuerpo. A pocos metros, el termo y la mochila. La cabeza hundida en la nieve. Esta es la imagen que pudo registrar el fotógrafo Gustavo Muñoz, desde el helicóptero de la provincia, y que sirvió para confirmar que el punto que habían detectado el viernes pasado, era el cuerpo sin vida de Javier Paduszek, el andinista de 39 años, oriundo de Buenos Aires, del que no se sabía nada desde el pasado 24 de febrero, cuando intentaba hacer cumbre en el cerro Mercedario (6.770 metros). Dicen que el hombre podría haber muerto al caer en una hondonada el mismo día que dejó de mantener contacto con su compañera de expedición, Paula Morán. El cuerpo todavía está en la montaña, en un sitio casi inaccesible. Si el clima ayuda, quieren traerlo antes que comience el invierno, según informaron desde Gendarmería Nacional.

Con la localización del cuerpo de Paduszek, se aclaran varios puntos. Por un lado, el hombre, no murió mientras esperaba el rescate, que por cuestiones climáticas se extendió por más de 10 días. "Por cómo está ubicado el cuerpo y la pendiente por la que cayó, es de suponer que murió con el golpe de la caída", dijo Alfredo Ceballos, que pertenece al Club Andino Mercedario y participó en el operativo de rescate. También quedó descartado que el accidente pudo ser producto de la negligencia. "Lo que le sucedió a Javier no va de la mano de la imprudencia. Estaba muy cansado, en una zona que se presta a la confusión y resbaló", agregó Ceballos. El cuerpo fue localizado en una ladera cubierta de hielo, entre el glaciar de la Ollada y la cumbre. Toda esta información es la que se brindó ayer en Casa de Gobierno. Estuvieron presentes desde el gobernador José Luis Gioja, un grupo de andinistas y gendarmes que participaron de los operativos de rescate, hasta Ana, la esposa de Paduszek, quien desde un primer momento, no quiso hacer declaraciones a la prensa. Según allegados a la mujer, se quedará en San Juan, hasta que logren sacar el cuerpo de la montaña.

Fue el pasado 4 de marzo cuando andinistas que formaban parte del grupo de rescate, pudieron fotografiar un punto amarillo en medio de la nieve. Un día después, cuando verificaron y ampliaron la imagen, se dieron cuenta que se trataba de la campera del hombre perdido. El 6 de marzo volvieron a sacar fotos desde un helicóptero Lama, que se pidió a Mendoza. Pero fue la fotografía tomada por Gustavo Muñoz desde el helicóptero de la provincia, el domingo pasado, la que dio la certeza de tratarse de Paduszek, que estaba sin vida.

Llegar hasta el lugar donde se encuentra el cuerpo, fue imposible. Se trata de un punto que tiene una pendiente muy pronunciada. Está todo cubierto de hielo y hay muchas piedras sueltas. Tampoco se puede descender en helicóptero. Es por eso es que el desafío que queda ahora es bajar los restos de Javier. Según Ceballos, la idea es traerlo antes del invierno. El problema es que a esta altura del año, en la cordillera el clima empieza a desmejorar. Según los pronósticos esperaban nevadas para hoy y mañana, lo que hace imposible que continúen las tareas de rescate. En las próximas horas la Justicia dará la orden de bajar el cuerpo. Pero lo demás dependerá de la familia, según dijo Ceballos quien agregó además que "eso no alcanza. El Aconcagua, donde si se quiere hay más experiencia en estos casos, está lleno de cuerpos de andinistas que no han podido ser rescatados, aunque existiera la voluntad familiar y judicial. Las condiciones técnicas y meteorológicas están por encima, a veces, de los deseos", concluyó.

Los andinistas bonaerenses empezaron el ascenso al Mercedario el domingo 21 de febrero. Dos días después, Paula Morán hizo cumbre y bajó por la ruta normal, pero lo hizo sola. Más tarde se puso en contacto con su compañero a través de un handy. Fue cuando Javier le dijo que estaba cansado y alcanzó a darle datos parciales sobre su ubicación. Mantuvieron contacto a través de linternas hasta la medianoche del 23 de febrero. De ahí en más, el hombre dejó de dar señales. Al día siguiente Morán bajó a pedir ayuda a Barreal y comenzó el operativo de rescate.

Fuente: http://www.diariodecuyo.com.ar

Milton Marques
contato@miltonmarques.com

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