terça-feira, 15 de março de 2011

Aficionados a los deportes de aventura rechazan la ley que cobrará por los rescates

Una persona se despeña en la montaña tras perder la visibilidad al quedar atrapado en una tormenta. El Gobierno vasco activa sus servicios de emergencia y un dispositivo de búsqueda rescata al herido dos horas más tarde. Total de la factura: más de 3.000 euros. El accidentado debe abonar esa cantidad porque ha ignorado la alerta meteorológica previa por temporal. La hora de trabajo de cada una de las cuatro personas que ha acudido en su búsqueda cuesta 37,4 euros, la movilización de un vehículo 76,5 y otros 2.244 el uso del helicóptero.

El cobro por rescate está a las puertas de aplicarse en Euskadi. Y los aficionados a deportes como el montañismo, el surf, la escalada o el submarinismo reniegan de esta medida. "No nos parece bien", asevera Antxon Burcio, presidente de la Federación Vasca de Montaña. En su opinión, no se debe abonar cantidad alguna por ese concepto "porque ya se pagan impuestos y, con ellos, debe darse ese servicio".

Burcio, quien ha mantenido reuniones con el Departamento de Interior para evitar que entre en vigor el llamado canon por rastreo, rescate y salvamento, cree que la nueva ley se aprobará a partir del verano, pero tiene "dudas de que se pueda aplicar. Ellos venden que si te federas no pagas el rescate. Cierto, pero ¿una persona que no está federada cómo lo va a pagar? ¿Van a ir a su cuenta corriente? ¿Le van a embargar?", se pregunta el presidente de los montañeros vascos.

Además, Burcio apunta la flecha hacia otra diana. Las compañías de seguro de las asociaciones deportivas podrían subir las cuotas de sus abonados si el cobro por los rescates les supone una merma en sus ingresos. "Hemos mantenido reuniones con las aseguradoras para comunicárselo. En el momento en que los rescates les supongan 30.000 euros al año, tirarán la póliza hacia arriba de forma alarmante. Si un carné base cuesta 70 euros, al año siguiente se pondrá en 100 euros o más", manifiesta Burcio.

Contraproducente El representante federativo señala que la medida puede resultar contraproducente respecto a la posibilidad de que se asocien más aficionados a la montaña. "La gente se va a federar más? No. La gente va a dejar de federarse porque las cuotas serán más altas. El Gobierno vasco lo ve claro, nosotros no lo vemos claro. No queremos que las aseguradoras nos paguen por rescate", enfatiza Burcio, puesto que conllevaría un aumento de las cuotas de los seguros.

Jesús Mari Alquezar, presidente del Club Vasco de Camping, opina que la aplicación de la normativa provocará "una situación muy grave para los federados y la gente joven" porque si las compañías de seguros repercuten el coste de los rescates en las cuotas federativas, esta medida podría disuadirles de asociarse. "Sería durísimo que cobrasen. Nuestro seguro podría pagar, pero con tanto gasto subiríamos muchísimo. Entonces, ¿qué apoyo están dando al montañismo o al deporte? Como tengamos diez accidentados, el año que viene en lugar de pagar 60 euros pagaremos 150. Para qué pagamos impuestos?".

El portavoz de esta agrupación montañera sostiene que mientras el servicio de rescate del Departamento de Interior sea público, "tiene que correr, sin duda alguna, a cuenta de sus arcas". "Cuando te dicen que en Suiza cobran, es cierto. Pero se trata de un servicio privado", matiza Alquezar.

Otro de los puntos de fricción hace referencia al concepto de "negligencia", dado que es en esos casos cuando el Gobierno vasco cobrará por el rescate. "Es un asunto muy complicado porque una negligencia pueden cometerla muchísimas personas: puede ser un accidente de coche, uno que se tira en el mar... Puede que alguien salga al monte cuando hace mal tiempo, pero esa generalidad es muy peligrosa", señala Alquezar.

territorio hostil Este experto alpinista reconoce que practican "una de las actividades de ocio de más riesgo porque la montaña es un territorio hostil, pero entra dentro del organigrama deportivo". "Si aquí se promociona tanto la montaña, las instituciones deben asumir las consecuencias", manifiesta.

El presidente del Club Vasco de Camping especula con la posibilidad de que el pago por los rescates esté unido a la crisis. "¿Por qué quieren cobrar? ¿No será por culpa del déficit público? No tienen dinero y ahora van a cobrar a la gente por un servicio público", critica.

Los aficionados al monte no son los únicos contrariados. El presidente de la Federación Guipuzcoana de Actividades Subacuáticas, Javier Mendoza, considera que la ley es "una idea incomprensible. Veo complicado que se lleve a la práctica, se están metiendo en un jardín peligroso para ahorrarse cuatro duros. Me huele que es cobrar por todo y esto es el chocolate del loro. Lo que cuestan los servicios de emergencia es tenerlos y nunca van a ser rentables. No se puede mirar desde el punto de vista económico", puntualiza.

Este portavoz destaca las peculiaridades de los accidentes en su medio porque "suelen ser rescates de personas que fallecen, por lo que es complicado hacerles llegar la factura a los familiares". Con todo, Mendoza matiza que "en cuanto haya conductas claramente negligentes algo hay que hacer porque mucha gente sale a la mar sin avisar, sola y sin medios". En este caso, también temen la subida de las primas de seguros. "La propia compañía nos lo ha dicho. El simple hecho de que se aplicase esta ley aumentaría las primas, es evidente", concluye.

Fuente: http://www.deia.com
Por: M.Marques
milton@mxb.com.br

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